CASI
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Jorge Bustos muestra en Casi un crudo relato sobre el sinhogarismo en Madrid, un fenómeno habitual en casi cualquier ciudad de España. Tras su traslado a su nueva vivienda en el centro de Madrid, el autor relata cómo empezó a cruzarse con los usuarios (como así se les llama) del CASI, que es el acrónimo de Centro de Acogida San Isidro, el más grande de España, en el que se centra Bustos, aunque también dedica varios capítulos a los centros que de él dependen. El Casi, cuya iniciativa fundacional es reclamada para sí por las Hijas de la Caridad, fue fundado en la posguerra por la proliferación de mendigos persguidos por la ley de vagos y maleantes aprobada por la República y aplicada sobre todo por el franquismo. Bustos recoge el testimonio de trabajadores y usuarios del Casi y sus centros satélites, usuarios que llegan allí víctimas de enfermedades mentales y/o adicciones, pero también como consecuencia de otras circunstancias (desempleo, divorcios ...) y pone de manifiesto como